Decir Serrat es decir mucho, y nada a la vez. Para los que no lo conocen, y los que no podemos descifrar cuando se clavó en nuestras entrañas. Para los neófitos y los eruditos, decir Serrat es decir poesía, música, historia, amor.
Decir Serrat para algunos es decir, niñez, adolescencia, guerra.
Dir Serrat és parlar català.
Es hablar español, y todas las lenguas que entiende el corazón.
Me he tardado varios días en poder escribir esto, pero es que: ¿Qué se puede decir de Serrat que no se haya dicho ya? O que no se halla callado.
Y qué decir de "Mi niñez" la canción que Serrat escribió para decir Serrat.
Como en todo Joan Manuel, uno no alcanza a entender dónde comienza la música y termina la poesía, o viceversa, es un mar profundo, inalcanzable, y no se puede definir su color. Es el mediterráneo.
Esta canción la elegí porque es probablemente mi favorita. La canción aparece en el disco que lleva ese mismo título, y en el "Serrat Sinfónico " otro álbum del cual se hablará más adelante. Se ha versionado mucho el tema y lo mejor es que en el álbum: "Cuba le canta a Serrat" que es un disco sublime, es decir quizá es cierto que todo es perfectible, y ni el maestro fue la excepción, los músicos cubanos pudieron homenajear y en algunos casos en el mejor de los sentidos perfeccionar con su interpretación canciones tan bellas.
Sobre todo Manolito Simonet y su Trabuco del cual tenemos muchísimo que hablar, con su majestuosa versión de ésta obra.
" Tenía diez años y un gato peludo, funámbulo y necio que me esperaba en los alambres del patio a la vuelta del colegio. Tenía un balcón con albahaca, y un ejército de botones, y un tren con vagones de lata roto entre dos estaciones. "
¿Cómo se puede resumir algo tan traumáticamente hermoso como la niñez de una forma tan simple? ¿Cómo se puede encerrar la niñez de varias generaciones en una o dos frases?
Ahora es cuando decir: Serrat.
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